Por LUIS ALONSO LUGO
WASHINGTON (AP) — Estados Unidos sopesa dar estatus de refugiados a hondureños como parte de un plan para reducir el número de menores que cruzan solos y sin autorización la frontera sur de Estados Unidos, dijeron el jueves funcionarios de la Casa Blanca.
Los funcionarios, que hablaron con reporteros de medios en español con la condición de que no fueran identificados por nombre, precisaron que no se ha tomado una decisión definitiva sobre el asunto, y que la propuesta es sólo una de varias ideas que el gobierno está sopesando para solucionar la crisis desencadenada por la oleada de menores centroamericanos que han ingresado a Estados Unidos.
Los funcionarios explicaron que sopesan establecer inicialmente un programa piloto en Honduras, que de resultar exitoso podría llevarse a otras naciones, aunque aún no lo han planteado a los líderes centroamericanos.
El plan contemplaría revisiones a los menores en Honduras, uno de los países más violentos, para determinar si califican para el estatus de refugiado. Programas de revisión similares fueron establecidos en el Asia oriental después de la Guerra de Vietnam y en Haití en la década de 1990.
Según la propuesta, los requisitos para ser considerado refugiado serían los mismos que para quienes piden asilo después de llegar a Estados Unidos, dijeron los funcionarios, y agregaron que la meta es evitar que los menores intenten el peligroso viaje hasta Estados Unidos si a fin de cuentas no recibirán la calidad de refugiado.
No se precisó qué pasaría con los hondureños que ya están en Estados Unidos.
Naciones Unidas ha estado presionando a Estados Unidos para que considere a los menores inmigrantes centroamericanos como refugiados desplazados por conflicto armado. Ninguno de los países de la región está en guerra, pero Honduras es considerada por Estados Unidos como un punto de tránsito para la cocaína y tiene una de las tasas de homicidios más alta del mundo.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, dijo a periodistas que desconocía la propuesta y se mostró sorprendido de que se evaluara una medida que trate de manera diferente a los ciudadanos de un solo país.
"Este tema lo estamos tratando los tres países de forma conjunta. No miraría la razón por la cual se dé un trato a unos y un trato a otros", dijo a periodistas en la OEA. "Aquí hemos estado dando un mensaje en la misma línea el presidente de Honduras, el de El Salvador y mi persona, y esperamos que también la solución para este problema sea recíproco para los tres países".
Los tres mandatarios centroamericanos se reunirán el viernes con el presidente Barack Obama para pedir un incremento sustancial en la cooperación estadounidense a América Central para corregir a largo plazo las causas del éxodo.
Los presidentes Pérez Molina y Juan Orlando Hernández, de Honduras, describieron como insuficiente el financiamiento que Estados Unidos destina a la Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana.
El Departamento de Estado solicitó al Congreso 130 millones de dólares para el año fiscal 2015, un recorte de 30 millones respecto al ejercicio fiscal previo.
El ministro hondureño de seguridad Arturo Corrales dijo a la AP que la propuesta de seguridad tiene como punto de partida un monto de 3.000 millones de dólares.
"Hace cuatro años se hablaba para América Central sobre 3,2 millones de dólares. Hoy si actualizamos esos costos, vemos que si se esa inversión se hubiera hecho, con un mes de lo que está costando esta crisis se hubiera pagado", indicó Corrales. El monto "no es la base, es el punto de partida".
Pérez Molina dijo que la Iniciativa de Seguridad Regional "creó grandes expectativas en América Central pero no se vieron los resultados. Esta crisis de los menores nos permite hablar no solo de la crisis, sino de sus raíces. Si no atacamos la raíz, esto será recurrente".
Los mandatarios presentarán su solicitud cuando permanece estancada en el Congreso una solicitud de la Casa Blanca por 3.700 millones de dólares para ayudar a procesar a los 57.000 menores sin acompañantes adultos que han llegado a la frontera desde octubre y que en su mayoría ya fueron entregados a sus familiares, según datos oficiales estadounidenses.
De ese grupo, más de 16.000 menores son hondureños. Al mismo tiempo, más de 30.300 hondureños que viajan como familia también han sido arrestados por cruzar la frontera ilegalmente.
Estados Unidos se ha resistido a calificar la situación como una crisis de refugiados, aunque el presidente Obama y otros funcionarios la han llamado una "crisis humanitaria".
Hernández expresó su preocupación de que la cercanía de las elecciones legislativas en Estados Unidos obstaculice el incremento de la cooperación.
"Apelo al corazón de los líderes políticos a mirar el tema desde un punto de vista humano. Hemos estructurado un boceto de lo que puede ser un plan integral. Espero que esto pueda ser el punto de partida de lo que podría ser una Alianza para el Progreso", dijo Hernández refiriéndose al programa de cooperación para América Latina que Washington ejecutó durante la década de 1960.
El mandatario calificó como exitosos los programas antinarcóticos que Estados Unidos lanzó en Colombia y México, "pero nos mandaron un problema grave".
Hernández y Pérez compartieron su propuesta la mañana del jueves con la jefa de la bancada demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi, y después hicieron lo propio con el presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez.
Menéndez dijo que durante la reunión que dejó claro que si bien "Estados Unidos busca incrementar cooperación para el desarrollo y seguridad a América Central, necesitamos saber que nuestro compromiso es igualado con montos idénticos por los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras".
Los funcionarios de la Casa Blanca que hablaron con reporteros en español dijeron que la solicitud al Congreso de 3.700 millones de dólares adicionales incluye una partida de 300 millones para cooperación internacional, y agregaron que aportes de mayor cuantía deben ser coordinados con México y la comunidad internacional.
Por otra parte, la Casa Blanca anunció la noche del jueves que Obama y el presidente mexicano Enrique Peña Nieto intercambiaron ideas sobre cómo ambos países pueden apoyar a los líderes centroamericanos y conversaron sobre "la posibilidad de programas regionales que sumen recursos para mejorar la seguridad pública y las oportunidades económicas en América Central".
Los tres jefes de Estado culminaron su jornada durante una sesión de la OEA, donde Pérez Molina dijo que tuvieron buena acogida en las reuniones celebradas en el Congreso, por lo que "tenemos la expectativa de que mañana vamos a encontrar mejor disposición todavía" al reunirse con Obama en la Casa Blanca.
En su primer viaje a la capital estadounidense desde que asumiera la presidencia el mes pasado, el mandatario salvadoreño Salvador Sánchez exhortó a los estados miembros de la OEA a tomar conciencia sobre la necesidad de abordar la seguridad de niños migrantes con una óptica humanitaria.