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OPINIÓN: EEUU el mediador que hace falta entre Israel y Gaza

OPINIÓN: EEUU el mediador que hace falta entre Israel y Gaza


Por Carlos Rajo

A cinco días de haberse iniciado la invasión de Israel sobre la franja de Gaza la cifra de víctimas es brutal: más de 600 palestinos muertos, entre ellos al menos 125 niños. Del lado israelí hay 30 víctimas, 28 de ellos soldados.

Más allá de quién tiene la culpa por estas muertes y de juicios morales o políticos -si alguien está del lado palestino todo es culpa de Israel o si se simpatiza con Israel todo es culpa de Hamas, el grupo que controla Gaza- en este momento de urgencia habría que preguntarse quién puede parar la ofensiva israelí y las acciones en respuesta de Hamas.

En una frase, ¿quién tiene la influencia suficiente para conseguir un cese de fuego?


Es claro que dejadas las dos partes a su arbitrio no habrá cese de fuego.

Israel considera que lo que hace es no sólo militarmente necesario sino incluso moralmente aceptable -su embajador ante las Naciones Unidas señaló, en serio no en broma, que habría que darle a su ejército el Premio Nobel de la Paz por el ‘inimaginable cuidado’ que ha mostrado en Gaza-. A Israel pareciera no preocuparle en este momento la condena que se da muchos lugares del mundo por sus acciones militares y está dispuesto a continuar con su ofensiva.

Hamas por su parte, tampoco cede y más allá de la enorme tragedia humana que se está produciendo en Gaza, el grupo insiste en que no aceptará un cese al fuego hasta en tanto no se den ciertas condiciones. Lo suyo, explica Hamas, es una actitud de “resistencia” ante el invasor israelí y lo seguirá haciendo no importando las bajas entre su propia población civil.

Así las cosas entonces, volvemos a la pregunta: quién puede hacer algo para detener las batallas, las masacres, la operación militar justa y defensiva -como la define Israel-, o como se le quiera llamar a lo que sucede en Gaza

El Secretario General de las Naciones Unidas está en la región y hoy mismo le informó al Consejo de Seguridad en New York -vía una teleconferencia- que tenía algo entre manos y que era posible que consiguiera el alto fuego. Obviamente no conocemos lo que tenga bajo la manga el Secretario General Ban ki-Moon, pero en general no hay que tener muchas esperanzas en su gestión. La ONU puede hacer muy poco para influenciar a Israel, el más poderoso actor en este drama de lo que sucede en Gaza. A no ser que el Secretario General tenga el apoyo, y esté actuando en nombre, del país que en efecto puede hacer que con su influencia se paren los combates: Estados Unidos.

¿Por qué Estados Unidos? Por la razón de que Israel sólo escucha a Estados Unidos. El gobierno en Washington es el principal aliado estratégico de Israel y como tal Estados Unidos le da cada año al Estado Judío más de 3 mil millones de dólares en ayuda militar y económica. Aun cuando es cierto que a menudo Israel no le hace caso a Washington, es aun así la única posibilidad que hay para que Israel acepte el cese de fuego (a no ser que hubiera tal cantidad de bajas de sus soldados que la opinión pública israelí comience a presionar para salir de Gaza).

Para estos efectos se encuentra en la región -en El Cairo, la capital de Egipto- el secretario de estado, John Kerry. El funcionario ha dicho que todo depende de Hamas, señalando que habría que volverse al cese al fuego que se acordó en 2012 cuando se dio otra incursión israelí a Gaza. Pero igual de importante, añadió Kerry, es abordar las causas que han dado origen al conflicto.

Este alto al fuego de 2012 de que habla Kerry fracasó debido precisamente a que nunca se cumplió una de las condiciones para el mismo: que se levantara el bloqueo sobre Gaza (Gaza hace frontera con Israel, Egipto y el Mar Mediterráneo y tanto Israel como Egipto tienen cerrada sus fronteras). Por una simple cuestión humanitaria -en Gaza viven 1.7 millones de palestinos- el levantamiento del bloqueo debería de ser parte central de la negociación por el cese de fuego.

Israel argumenta que si levanta el bloqueo se corre el riesgo de que Hamas introduzca materiales de construcción que luego son utilizados para hacer túneles y otros propósitos militares que no tienen nada que ver con la vida diaria de los palestinos. Algún mecanismo de supervisión tiene que acordarse pero no es justo que se penalice colectivamente a todos los palestinos de Gaza por las intenciones de Hamas. Este es uno de los desafíos del Secretario Kerry para hacer que se concretice cualquier propuesta de cese de fuego.

Estados Unidos además, tiene que convencer a Israel de que acepte que en la negociación estén países como Qatar o Turquía, ambos “amigos” de Hamas. No hace lógica que en la actual negociación solo estén países que por principio están del lado israelí como Estados Unidos y Egipto (el gobierno egipcio, aun siendo de un país árabe, es ahora enemigo de Hamas).

El punto es que en general Estados Unidos tiene que actuar y mostrarse -al menos en apariencia- un poco más neutral en el conflicto en Gaza. Nadie espera que traicione a su aliado estratégico Israel pero sí que actúe como el “mediador honesto” que es como se auto califica en el conflicto
No hay salida fácil a lo de Gaza. Israel insiste en que tiene que seguir con su operación militar ya que Hamas sigue lanzando cohetes. Hamas insiste también en que tiene que seguir defendiéndose de la agresión israelí. Y hoy además, todo se ha complicado con el soldado israelí -quizá muerto ya- que Hamas ha capturado. Israel no abandona nunca a sus soldados -muertos o vivos- y de seguro que continuará con la operación hasta que lo encuentre. Con todo, ambos bandos requieren que se les facilite “una salida”.

Y es aquí donde Estados Unidos puede jugar su rol. Hamas está contra la pared. El grupo está en bancarrota económica, casi no tiene aliados internacionales y su gestión de gobierno en Gaza ha sido un desastre. Más allá de la retórica de “resistencia” y demás ante la invasión israelí, el grupo aceptará un cese de fuego si al menos se cumplen las condiciones mínimas. Entendiendo de parte de Estados Unidos -y de Israel- que no destruirán a Hamas. Que el grupo -considerado por Estados Unidos y la Unión Europea como un grupo ‘terrorista’- está para quedarse, que es parte de la fábrica social de los palestinos.

Israel también necesita de una “salida”, de que Estados Unidos le facilite un camino para terminar la invasión de Gaza y poder decir a su población que más o menos consiguió el objetivo militar que se proponía. Si hay un cese de fuego es obvio que no habrán más cohetes -los cuales por cierto, aun cuando son cientos los lanzados por Hamas, sólo han causado dos bajas entre la población israelí-. De no haber una salida para Israel cada día que pasa será más complicado ya que habrá más civiles palestinos muertos y de seguro también más bajas entre los soldados israelíes.