IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Presidente de México Enrique Peña Nieto alaba ‘entendimiento y acuerdos’ con opositores políticos

Presidente de México Enrique Peña Nieto alaba ‘entendimiento y acuerdos’ con opositores políticos

Por Carlos Rajo/Opinión

Luego de 21 meses en el poder y habiendo conseguido que se aprobaran todas las reformas que se propuso cuando llegó al gobierno, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentó su segundo informe de labores asegurando que una vez que se implementen las reformas, mejorará la calidad de vida de los mexicanos y el país se consolidará como una “potencia emergente en ascenso”.

Con base “en el diálogo, el entendimiento y los acuerdos con las principales fuerzas políticas y el Poder Legislativo, se concretaron 11 reformas transformadoras”, detalló Peña Nieto en referencia a las reformas de las cuales destaca la reforma al sector energético. Esta incluyó la reforma a la Constitución y el establecimiento de nuevas leyes secundarias para que se permita la inversión privada en el la industria petrolera mexicana. “México se atrevió a cambiar y se está transformando”, añadió el mandatario.

No fue casualidad que Peña Nieto hablara desde el inicio de su discurso del “diálogo”, “entendimiento” y “acuerdos” con las principales fuerzas políticas. Sucede que a diferencia de lo que había sido la práctica política mexicana de los últimos años de obstaculizar las grandes reformas que intentaban los presidentes (lo intentó Vicente Fox y luego Felipe Calderón), con Peña Nieto se dio algo inusual: tanto los conservadores del Partido Acción Nacional, PAN, como la izquierda moderada del Partido de la Revolución Democrática, PRD, apoyaron en general las reformas. No fue casualidad tampoco, que un tanto saliéndose del protocolo, como primera cosa en su discurso el presidente saludara la presencia en el estrado de los líderes del PRD.

Cosas extrañas estas de la política mexicana. Un presidente que llega a rendirle cuentas a la nación sobre lo hecho, y en esto hecho es la reforma energética uno de sus pilares centrales -tema fundamental en el discurso de las izquierdas-, es recibido por los líderes de la izquierda quienes hoy son los líderes tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado (la ceremonia fue en el Palacio Nacional).

Hace unos años cuando los presidentes mexicanos asistían a la Cámara de Diputados a rendir su informe era ésta izquierda la que más gritaba y cuestionaba al mandatario. Hoy es ésta izquierda la que recibe el primer elogio y apretón de manos del presidente. Según el discurso oficial, muestra de la civilidad y madurez política que se ha alcanzado. O de la “institucionalidad” que vive el país, según se defienden los mismos perredistas, en el sentido de que reciben al Peña Nieto con la banda presidencial en el pecho no como “el presidente priísta” sino como el mandatario de todos los mexicanos.

Según los críticos sin embargo, lo del PRD es muestra de una izquierda que no quizó, no pudo o no supo cómo oponerse a los planes de Peña Nieto. Una izquierda que bien se vendió o tiro la toalla por incompetente (es la izquierda del PRD de la que se habla aquí, no la de López Obrador, quien ha salido del PRD y ha fundado su propio partido, y quien sigue opuesto a todo lo de Peña Nieto).

Uno de los temas que más preocupan a la sociedad mexicana y al cual se refirió el mandatario es de la seguridad. Según Peña Nieto, en lo que va de 2014 han habido 27% menos homicidios dolosos que en el mismo periodo en 2012. Que también han habido bajas en los secuestros -6.8% menos que el año pasado- lo mismo que en la extorsión -20% menos en comparación a 2013. “La violencia en Mexico se está reduciendo”, aseguró el mandatario. Como muchos otros, este es un tema controversial en México en el cual cada quien según sea su experiencia personal así ve si en efecto ha habido una reducción o no en la violencia.

Uno de los grandes anuncios del presidente fue que se construirá un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México. “El nuevo aeropuerto será el mayor proyecto de infraestructura de los últimos años, de nuestro país y del mundo”, senaló Pena Nieto. El aeropuerto tendría seis pistas y atendería 120 millones de pasajeros al año.

Lo que resta del gobierno de Peña Nieto será juzgado en gran parte por el resultado de la reformas, en particular la energética. La propaganda oficial ha martillado día y noche que las reformas traerán beneficios a todos los mexicanos y literalmente no habrá pretexto para decir que no funcionaron. El mandatario tiene en los libros -en las leyes- todo lo que se propuso y de seguro que cada día será un día menos que la gente le cuente en su favor antes de que se materialicen los resultados positivos.

Una de las grandes preguntas de esta reforma energética será ver si es que termina como la presenta el mandatario como un gran triunfo de la sociedad mexicana que abrirá las puertas del desarrollo para México, o es como lo presentan sus críticos como una reforma que permitirá que las compañías extranjeras se lucren del petróleo mexicano y se lleven al exterior sus millonarias ganancias.

Habra que ver también qué dicen las encuestas luego del Informe de Peña Nieto. Hasta ahora la percepción general es de que en el exterior se precia más lo hecho por el mandatario. Que entre la población mexicana, debido en parte al relativo poco crecimiento económico, a la inseguridad que perciben muchos y a la falta de interés, debate o conocimiento sobre las reformas, Peña Nieto no recibe el crédito como gobernante visionario y reformista que se le da en muchos lugares del mundo.