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La bipolaridad del fútbol mexicano

La bipolaridad del fútbol mexicano

Por CARLOS RODRÍGUEZ

MEXICO (AP) — Los recientes éxitos de México en el fútbol de categorías inferiores contrastan con los pobres resultados de una selección mayor que tuvo que disputar un repechaje ante Nueva Zelanda para clasificarse al Mundial de 2014.

¿Qué ocurre en el fútbol mexicano? ¿Por qué tantos éxitos juveniles no se reflejan a nivel de mayores?

México, dos veces campeón mundial Sub17 desde 2005, volvió a brillar en el Mundial de esa categoría realizado este año en Emiratos Arabes, donde dejó en el camino a potencias como Italia, Argentina y Brasil antes de sucumbir en la final ante Nigeria.

Por el contrario, la selección mayo necesitó de tres técnicos para sortear las eliminatorias mundialistas de la CONCACAF, en las que culminó cuarto entre seis equipos. Un cuarto estratega, Miguel Herrera, finalmente dirigió al equipo en el repechaje ante Nueva Zelanda y logró la clasificación al Mundial.

Hay varias explicaciones para el abismo que separa a las categorías inferiores y las mayores en México.

El veterano Rafael Márquez, figura con el Barcelona de España hace algunos años y reciente campeón en México con el León, cree que falta un programa para que los jóvenes sigan desarrollándose.

"No se les da seguimiento, son generaciones que llegan ser campeones del mundo y luego no pasa nada", comentó Márquez. "Se tiene que poner énfasis en el seguimiento, porque es una lástima que de los grupos que son campeones del mundo sólo llegan a brillar como profesionales dos o tres".

Márquez tiene razón. Esos juveniles reciben pocas oportunidades en la primera división, a pesar que la Federación Mexicana de Fútbol ha hecho un esfuerzo por tratar de obligar a los equipos a utilizar más canteranos.

A raíz del campeonato mundial Sub17 de Perú 2005, el primer título mundial para una selección mexicana a cualquier nivel, los dirigentes locales crearon una regla llamada "20/11", que obligaba a los equipos a alinear a jugadores menores de 20 años y 11 meses para cubrir un mínimo de mil minutos en cada temporada.

Las franquicias que no cumplían eran sancionadas con la pérdida de puntos.