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Ciego, en Kayak y con destino Cuba-Estados Unidos

Ciego, en Kayak y con destino Cuba-Estados Unidos

Por Orlando Matos

La Habana, 25 de abril.- El estadounidense Peter Crowley llegó a la Marina Hemingway de La Habana, Cuba, vistiendo una camiseta donde leía “Get up and Try” (Levántate y Trata) y no era con fines publicitarios. Poco después del mediodía se lanzó al mar en kayak para probarlo.

Crowley intenta llegar remando a Key West y de tener éxito será el primero en lograrlo en ese tipo de bote. Pero con una resonancia muy particular: él es invidente.

Así pues su hijo Peter Jr lo acompaña y guía desde otra embarcación similar y, por supuesto, compartiría el registro junto a su padre. Pero sería parte de  algo mucho más importante como una filosofía que invita a superar los obstáculos que trata de imponerle la vida a los seres humanos.

En conferencia de prensa, previa al inicio de la travesía, Crowley Sr. hizo hincapié en que el “ levántate e inténtalo” de su camiseta es una incitación permanente a asumir los retos de la existencia, no importa si eres discapacitado o no.

“Creo firmemente que las personas con discapacidades deben intentar hacer más cosas, pero también aquellos que no tienen limitación alguna deben intentarlo. Hay grandes oportunidades esperando por nosotros”, expresó convencido.

Crowley nació con una atrofia óptica y es legalmente ciego, mas ello no le ha impedido establecer registros sorprendentes como navegar desde Albany a Nueva York por el río Hudson, o atravesar el Canal de la Mancha en su kayak rojo o ascender al monte Kilimanjaro.

Crowley y su equipo –será escoltado por el catamarán Sunluver con larga experiencia en el trayecto- esperan vencer la distancia hasta Cayo Hueso en unas 25 horas. “Pero si en ese tiempo no lo he logrado, continuaré remando”, afirmó.

El impredecible mar que separa – o une- ambas orillas distantes unas 110 millas, es un desafío nada menor para cualquiera. Ben Friberg, con su tabla, o Diana Nyad, a nado, pueden dar testimonio de que la lucha por atravesar ese estrecho es épica.

Crowley lo sabe. Y no se amilana. “Este es el mayor reto” en mi carrera como remero, reconció y a renglón seguido dijo que ha realizado “todo el entrenamiento físico y mental” posible.

En un aparte con NBC News, este atleta que se reconoce un soñador de misiones titánicas aseveró que en esta ocasión tiene la esperanza de “inspirar a otros a retarse a si mismos ya sean discapacitados o no”.

En su camino se atraviesan un inclemente sol, un oleaje que suele tornarse embravecido sin previo aviso. ¿Pero acaso eso importa?

En la lucha del ser humano por su mejoramiento y por hacer que prevalezca la esperanza, ya Crowley llegó a Key West desde las primeras paletadas en La Habana.