Fuente: Emergency Preparedness Educational Institute
Los desastres y las emergencias pueden ser tan traumáticos para los niños como para los adultos. Las emergencias causan ansiedad, estrés y le dan miedo a los niños, especialmente si los adultos están en pánico. Los niños miran a los adultos como una guía de cómo se deben comportar y por eso es muy importante mantener la calma alrededor de los niños.
Los niños temen que el evento ocurra de nuevo, de que alguien se muera o se lastime, quedarse solos y perder el contacto con su familia. Es importante que los niños ayuden a limpiar y arreglar todo para que la vida regrese a su patrón normal. Explícales a tus hijos cómo los adultos se preparan para los desastres y cómo ellos pueden ayudar. Es importante hablar con tus hijos sobre los diferentes tipos de desastres que puedan afectar tu área y qué hacer si sucede uno.
Qué necesitan saber:
Números de teléfono e información familiar: Los niños deben aprender su apellido, su dirección, número de teléfono y un lugar donde puede reunirse con su familia en casos de emergencias. Puedes escribir esta información en una tarjeta y dárselos para que la lleven con ellos siempre. Dales un premio si pueden recitar la información de memoria y practica llamar a los contactos de emergencia una vez al mes.
Cuándo y cómo pedir ayuda: Con fotos, puedes enseñarle a los niños más pequeños como y cuando llamar al 9-1-1. Enséñales cómo llamar a larga distancia en casos de emergencia.
Los desconocidos: Explícales a tus hijos que en casos de desastres y emergencias, muchas personas incluso desconocidos pueden ayudarlos. Enséñales la diferencia entre los desconocidos de la vida cotidiana y los desconocidos en casos de emergencias.
Qué hacer: Los niños necesitan instrucciones en forma de un plan de evacuación o simulacros de incendios en casa. Enséñales que los fósforos son herramientas para los adultos y no juguetes.
¿Cómo has preparado a la familia para un desastre? ¡Coméntalo!